Pablo Torres Corpus.

Artículos e información diversa sobre economía, política y cultura general. Publicados en Jerez, Zacatecas, México, en semanario "El Alacrán", Diario IMAGEN www.imagenzac.com.mx

Nombre: Pablo Torres Corpus
Ubicación: Jerez, Zacatecas, Mexico

jueves

EL FISCO, EL FIASCO Y PUNTO Y PUNTO FINAL.

Durante años hemos escuchado qué urge una reforma fiscal, qué se necesita cambiar la forma en que el gobierno cobra los impuestos, qué en México los que más tienen son los que menos pagan, que todo el que puede evade y elude impuestos, en fin que nuestro sistema fiscal es casi un asco y que se obtiene muy poco dinero.

Desde hace varios días este tema ha sido recurrente en los medios nacionales y las autoridades federales sin cesar buscan consensos para conseguir que el Congreso de la Unión les apruebe la reforma, que los grupos empresariales la acepten y que el pueblo no proteste, una verdadera misión imposible.

ANTECEDENTES.
Cuando el sexenio de José López Portillo estaba por terminar expertos en temas energéticos y económicos advirtieron que el auge petrolero estaba por terminar debido a un desplome en los precios del crudo. En su momento López Portillo fue escéptico y no creyó que esa abundancia que tanto pregonó estaba por terminar y poco después con lagrimas y en medio de una terrible crisis financiera prometía que nunca nos volverían a saquear y que defendería al peso como un perro.


A partir de ese sexenio cíclicamente los presidentes y el pueblo en general sufrían por la alta dependencia del gobierno a los ingresos petroleros. Ernesto Zedillo fue el primero en presentar una iniciativa de reforma fiscal que nos hiciera depender menos del petrolero, pero la propuesta no prosperó porque los legisladores panistas se negaron a aprobarla. Después Vicente Fox prácticamente calcó la iniciativa de Zedillo y la presentó al Congreso, ahora fueron los priístas los que se negaron a aprobar la propuesta.

El pasado veinte de junio Agustín Carstens, Secretario de Haciendo y Crédito Público presentó al Congreso de la Unión lo que sería la propuesta de Felipe Calderón para reformar el sistema recaudatorio mexicano.


LOS PROBLEMAS.
De acuerdo al propio Secretario de Hacienda la reforma busca frenar el grave problema de evasión y elusión fiscal y corregir los numerosos regímenes especiales y exenciones que se han acumulado durante décadas gracias a los oscuros arreglos entre legisladores, Presidentes y grupos clientelares y a la incompetencia de muchos responsables de las finanzas públicas.
Y es que las finanzas públicas en México padecen dos graves problemas, el primero es el sinnúmero de tratos especiales que Hacienda tiene con algunos grupos a los que les perdona pagar cierto tipo de impuestos, mientras que a otros se los cobra al doble. Las exenciones y elusiones hacen difícil y muy injusto pagar impuestos en México.

El segundo es la alta dependencia que el gobierno tiene del petróleo, al cual le cobra altísimos impuestos especiales para compensar lo que no puede cobrar, lo que no quiere cobrar, lo que lo evaden, etcétera.


LA PROPUESTA DE CALDERON.
Durante su campaña Felipe Calderón prometió abierta y ampliamente que gestionaría una tasa única de cobro a las empresas, lo que en el mundo fiscal se conoce como flat tax, sin embargo para no tener problemas ni costos políticos, el Presidente, su Secretario de Hacienda y asesores optaron por proponer un impuesto mínimo alternativo como el que funciona en Estados Unidos desde hace más de veinte años. En México llamaron a este que sería el nuevo impuesto CETU (Contribución Empresarial a Tasa Única).

El problema con este nuevo impuesto es que introduce nuevos problemas y distorsiones que antes no existían, hace más difícil el cobro de impuestos, añade más trabajo al calculo de impuestos y complica la contabilidad, es decir propicia todo lo que se supone debería combatir, es decir salió mas caro el caldo que las albóndigas.


PARA QUE.
El principal argumento del gobierno para imponer este nuevo régimen es que necesita reacudar mas dinero, que necesita más dinero para cumplir y mejorar el nivel de vida de los mexicanos, incluso da una cifra de cuanto espera recaudar para fin de sexenio con esta reforma. Se dice que recaudaría trescientos mil millones de pesos.

Sin embargo durante el sexenio anterior y gracias a los altos precios del petróleo el gobierno federal obtuvo seiscientos mil millones de pesos extras, es decir el doble de lo que pretende el actual gobierno y no dejó claro ni muestras de que les sirvió recaudar tanto extra.

No hubo un mejor país, no hubo crecimiento económico, no se mejoró en ciencia ni en tecnología, el argumento es que se requiere más dinero, la gran pregunta es para qué lo quiere.

La reforma pretende quitarle dinero a las empresas para dárselo al gobierno y que él lo gaste, aunque la experiencia nos indica que el gobierno es mucho peor inversor y gastador que los particulares.

CONCLUSIONES.
De consolidarse la famosa reforma de una forma u otra las empresas acabaran pagándole más al fisco, pero ninguna empresa perderá ni se irá a la bancarrota por esto, simplemente trasferirá lo que le cuesta pagarle a hacienda a los consumidores que como siempre seremos los que acabemos pagando los platos rotos.

Y por ejemplo una empresa que tenga que pagar dos por ciento más de impuestos, aumentará el precio de sus productos en un dos o tres por ciento y serán los ciudadanos los que liquiden los nuevos cobros a las empresas.

Pareciera que el único efecto positivo de la reforma será el psicológico que brindará la ilusión de que este gobierno hizo una reforma fiscal, ya que no elimina las dificultades para pagar impuestos, al contrario las aumenta, no elimina distorsiones las promueve y lo peor no se sabe que se hará con lo que se pretende recaudar.

Es indudable que México requiere una reforma fiscal, pero no una que le cobre más a los cautivos o que haga más difícil el pago de impuestos, se requiere una reforma que incorpore nuevos contribuyentes y facilite el pago de los mismos.

PUNTO FINAL.
Investigadores europeos han descubierto el circuito cerebral que hace que los humanos controlen su conducta impulsiva y piensen las cosas "dos veces" antes de hacerlas.
El estudio, publicado en la revista Journal of Neuroscience y dado a conocer por la Comisión Europea (CE) en una de sus páginas web, se centra en una zona de la corteza frontomedial del cerebro que se activa cuando los seres humanos comienzan a pensar «esto no voy a llevarlo a cabo».

"Este puede ser un factor que indique por qué algunos individuos son impulsivos mientras que otros son reacios a actuar" , sostienen los científicos que aseguran que la capacidad de frenar un impulso "es esencial dado el complejo entorno social" en el que se vive.

PABLO TORRES CORPUS
torrescorpus@hotmail.com
www.centrodepensamientoestrategico.com

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