LAS SOCIEDADES DE CONVIVENCIA Y PUNTO FINAL.

“El Estado jamás podrá darse el lujo de discriminar a su gobernados”.
Federico Reyes Heroles.

El pasado jueves 16 de noviembre el jefe de Gobierno del DF, Alejandro Encinas, firmó el decreto de Ley de Sociedades en Convivencia (LSC), por lo que entrará en vigor este viernes, aunque su aplicación se concretará dentro de 120 días, es decir, en marzo de 2007.

Con esta firma concluye un largo proceso iniciado en 2002 para promulgar esta Ley que se discutió cinco veces pero no había logrado aprobarse, en buena parte por el veto ejercido por el entonces Jefe de Gobierno del D.F. Andrés López Obrador.

La iniciativa y la posterior aprobación generaron gran número de críticas y hasta manifestaciones que buscaban revertir dicho reglamento, la polémica se suscita debido a que la LSC legaliza las uniones entre individuos que vivan juntos incluyendo los del mismo sexo, aunque este tipo de uniones sean solo una parte de la ley.

ANTECEDENTES.
Y aunque la unión entre personas del mismo sexo es solo parte de la ley y del debate la polémica desatada ha opacado los beneficios que la LSC pudiera traer a lso heterosexuales. Y es que durante siglos las personas homosexuales han sido discriminadas, condenadas y perseguidas y como suele ocurrir en los debates sobre temas morales, prevalece el dogma sobre la razón.

La sociedad ha aumentado su tolerancia y aceptación hacia este grupo, la iglesia mantiene su firme rechazo hacia este tipo de preferencias sexuales, el Estado parece empecinado en condenarles convirtiéndose así en una policía de la moral e incumpliendo dos de sus principios: igualdad y justicia.

Por lo polémico del tema se entiende la posición de el clero y sociedad, el gobierno debe procurar justicia e igualdad para todos, la ley no puede discriminar a nadie por sus preferencias sexuales, los homosexuales simplemente deben tener los mismos derechos que los heterosexuales, nos guste o no.

IGUALDAD CONSTITUCIONAL
En el 2001 los diputados mexicanos incorporaron al Articulo primero de la Constitución un párrafo que prohibía la discriminación por cualquier causa, luego en octubre de 2003 el mismo articulo fue nuevamente para quedar de la siguiente manera: Queda prohibida toda discriminación, prejuicio o rechazo social, motivados por origen étnico o nacional, género, edad, capacidades diferentes, condición social, condiciones de salud, religión, opiniones, preferencias, lateralidad, estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos, libertades, integridad física o mental o autoestima de las personas.

El matrimonio en México es un contrato que se ubica en el fuero estatal y no en el federal, así que quien tiene debe legalizar estas uniones son los congresos estatales y no el federal que ya ha cumplido su tarea al declarar ilegal la discriminación en México.

Pero los congresos estatales violan este artículo al impedir el matrimonio entre individuos del mismo sexo.

Es injusto que algún miembro de una unión “gay” o heterosexual quede en el desamparo al morir su pareja, ya que no puede reclamar ningún derecho por no estar casados, o en caso de accidente tampoco puede reclamar el seguro por la misma razón.

EN CONTRA
Muchas personas se niegan a reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo, la mayoría de los que están en contra basan su negativa en fundamentos bíblico-religiosos. La iglesia cualquiera que sea, busca atender a solo una parte de la población en sus necesidades espirituales, los ateos, homosexuales o miembros de otras congregaciones quedan fuera.

Mientras que el Estado tiene la misión de atender a toda la población en sus necesidades básicas (salud, alimentación, educación) sin importar si son ateos, homosexuales, etc.

MATRIMONIO RELIGIOSO Y LEGAL
Mucho se habla de preservar la santidad del matrimonio, en este caso solo te tiene en cuenta el significado del matrimonio religioso ya que en cuestión legal el matrimonio no puede ser santo, solo puede ser valido o consumado, en términos clericales es la unión hombre mujer que culmina en la mutua donación para crear vida, mientras que para el estado es la celebración de un contrato entre dos personas y en México tenemos la libertad de asociación.

Si lo que se busca es que no se utilice el termino matrimonio, a los contratos sociales entre dos personas se puede llamara, vinculo domestico, unión civil, sociedades de convivencia.

La unión entre homosexuales a manera de matrimonio con o sin el reconocimiento legal seguirá existiendo, uno de los sentidos del gobierno es la regulación de fenómenos sociales, sino podemos evitar la unión entre “gays” si podemos regularla y dar certidumbre jurídica a esas personas que aun con preferencias sexuales diferentes son mexicanos con los mismo derechos y obligaciones que los hetereosexuales.

Además las practicas sexuales entre adultos con el consentimiento y acuerdo mutuo de los participantes no debe ni tiene porque regularla el Estado. No es función del Estado cuidar la moral de las personas. Las decisiones morales sólo pueden ser individuales, incluso la religión católica considera el libre albedrío. El gobierno no tiene el derecho de introducirse a la alcoba de nadie mientras quienes ahí estén hagan lo que hacen de común acuerdo.

REALIDADES.
La verdad es que la Ley considera que los individuos firmen un contrato donde asentarían un domicilio común y manifiesten por escrito su disposición a adquirir derechos y obligaciones alimenticias y patrimoniales.

No podrían constituir una unión de este tipo parientes consanguíneos en línea recta hasta en cuarto grado, ni personas que ya estén casadas, o hayan firmado un contrato de convivencia con anterioridad.

La sociedad se podría terminar por voluntad propia de los convivientes o cuando alguno de ellos abandonara el hogar común por más de tres meses, contrajera matrimonio, estableciera un concubinato, actuara dolosamente o muriera.

Sin embargo, esta Ley beneficia a más individuos heterosexuales que homosexuales, incluso personas que lleven mucho tiempo compartiendo su vida bajo un mismo techo, que ni siquiera sean pareja o mantengan relaciones sexuales.

En lugar de andar intentado que el gobierno se convierta en policía moral deberíamos exigirle que cumpla con sus autenticas obligaciones como son la pobreza e inseguridad.

PUNTO FINAL
Milton Friedman estadunidense ganador del Premio Nobel de Economía de 1976, falleció el jueves en San Francisco, CA. Friedman, de 94 años, era uno de los más activos defensores del liberalismo económico. Sus ideas tuvieron un papel muy importante en los gobiernos de Margaret Thatcher, en el Reino Unido, y Ronald Reagan, en Estados Unidos.

PABLO TORRES CORPUS.
torrescorpus@hotmail.com, www.jerezanos.net

(publicado en "El Alacrán", Jerez, Zac. el 19 de noviembre de 2006)