AURRERÁ Y PUNTO FINAL.

“Para llegar a la riqueza existen tres caminos seguros: trabajo, ahorro e inteligencia, ahorro. Un atajo malo: la trampa, y uno divino: la suerte”.
Benjamín Franklin.

La próxima apertura de “Bodega Aurrerá” en esta ciudad ha generado infinidad de críticas y comentarios adversos; ante la inauguración han surgido negras predicciones que vaticinan todo tipo de problemas, desde el colapso de la economía local, hasta el cierre de cientos de tienditas, pasando por millonarias fugas de recursos. Sin faltar desde luego, la xenofobia que en automático rechaza todo lo extranjero, o el ludismo a la jerezana y su nostalgia por las abarroterias.

La animadversión en contra de las “novedades” no es algo nuevo, tampoco lo es que se juzgue y se corran rumores sin más fundamento que el juicio personal, y como hemos expresado todo mundo tiene derecho a opinar, pero una cosa es tener opinión y otra muy distinta tener razón.

Por su parte el gobierno estatal ha pintado la instalación del súper como la panacea al problema del empleo y la inversión en Jerez. Lo dicho a favor de Aurrerá son espejismos fundados en el gigantismo económico y el paternalismo privado, lo dicho en contra son mitos fundados en la tradición nacionalista, tan criticada en la teoría, pero tan amada en la práctica.

Por tales motivos nuestro propósito a partir de esta semana y durante un par más será conocer la historia de la empresa, la implicaciones de su apertura, sus mitos, realidades y posible futuro.

ANTECEDENTES.
A principios de siglo llegó a Tampico, Tamps. Jerónimo Arango Díaz, oriundo de Asturias, España, en dicho puerto se casó y tuvo tres hijos: Manuel, Placido y Jerónimo, sin embargo al poco tiempo tuvieron que mudarse al D.F. en busca de una mejor calidad de vida y debido a que su hijo Manuel tenía asma y el clima no le favorecía.

El trabajo duro en la capital permitió a Don Jerónimo asociarse en una pequeña fabrica de telas ubicada en las calles de Chimalpopoca y Bolívar en pleno centro histórico, con el animo de obtener más ganancias y a instancias de su mujer empezaron a confeccionar ropa que comercializaron en el mismo local de la fabriquita.

Para identificar sus prendas Don Jerónimo decidió crear la marca “Aurrerá”, palabra de origen vasco que significa adelante, y eso fue lo que hicieron los Arango seguir adelante aprovechando toda oportunidad de negocio, que poco después les permitió vivir una vida bastante desahogada.

Y como había dinero y a Don Jerónimo le interesaba la educación de sus vástagos, a finales de los cuarentas los envió a estudiar a Estados Unidos, y fue precisamente allá donde ya adulto Manuel acudió a una seminario sobre el futuro de las ventas al menudeo en el mundo, en el curso se hablaba de las grandes tiendas donde el cliente se auto serviría, con cajas cobradoras a la salida y donde se podían comprar toda clase de artículos, la idea impacto a Manolo.

Al mismo tiempo Jerónimo Jr. Y Placido seguían de cera el desarrollo de las tiendas de descuento de Nueva York. A su regreso a México los hermanos Arango decidieron conjugar lo aprendido en E.U.A y abrir una tienda de descuento bajo el concepto de autoservicio.

Así en 1958 en abrió sus puertas “Aurrerá”, la primera tienda de autoservicio del país, de inmediato la tienda tuvo un éxito sin precedentes a grado tal que en ocasiones tenían que cerrar en pleno día porque la gente no cabía, o llamar a la policía para contener a la muchedumbre ansiosa de entrar a la “tiendota”.

La esencia de su negocio fue y es simple: vender barato, pero en grandes volúmenes, a consumidores de clases populares en almacenes donde lo que importa es el descuento más que la comodidad.

Así inicia la larga cadena de éxitos de los Arango que en 1960 abren Superama, en 1964 buscan diversificar y abren un restaurante express llamado Vips, el concepto resulta un éxito y se expande a todo el país. No conformes en 1970 deciden abrir una tienda de ropa más “exclusiva” e inauguran Suburbia, y para satisfacer la demanda de las clases populares abren Bodega Aurrerá.

Para expandir el “changarro” en 1976 bautizan a su conglomerado como Grupo Cifra, y en 1977 inician cotizaciones en la Bolsa Mexicana de Valores.

Sin más novedad que sus ganancias y expansión de sus negocios permanecen hasta 1991 cuando se asocian con Sam Walton dueño de Wal-Mart (50%-50%) para la apertura de Sam´s Club en México, iniciando operaciones el primer Sam´s Club en diciembre del mismo año.

Con este nuevo hit comercial en 1992 se incorporan a la asociación las nuevas unidades de Aurrerá, Bodega Aurrerá y Superama (con lo que Cifra suspende su crecimiento independiente en estos conceptos), así como los Wal-Mart Supercenters.

Pese a la asociación Cifra permanece como empresa mexicana y opera todos los negocios en México (Aurrerá, Bodega Aurrerá, Sam’s Club, Suburbia, Superama, Vips y Wal-Mart Supercenter) y en 2000 se aprueba en Asamblea de Accionistas el cambio de nombre, de Cifra S.A, de C.V. a Wal-Mart de México S.A. de C.V.

Actualmente existen en todo el país 247 Bodegas Aurrerá que tienen ventas anuales por 50,821 millones de pesos, siendo Guadalajara la ciudad con mas bodegas: once.

EL DUEÑO
Jerónimo Arango es el único sobreviviente del cuarteto fundador de Aurrerá, actualmente el presidente del consejo de administración de Wal-Mex, cuenta con 80 años de edad, es el segundo hombre más rico de México solo detrás de Carlos Slim, y posee una fortuna estimada en cuatro mil 600 millones de dólares de acuerdo con la ultima edición de la revista Forbes, su realidad está muy distante a la de aquel niño que vendía dulces afuera de la tienda de su padre.

CONTINUARA…

PUNTO FINAL.
El doctor Arturo Burnes Ortiz, investigador zacatecano presentó su más reciente libro “El Drama de la Minería Mexicana, del pacto colonial a la globalización contemporanea”, ambiciosa obra que a través de cuatrocientas paginas estudia cuatros siglos de dramas mineros a través de un enfoque económico, político y social, un documento rico en referencias e indispensable para comprender los actuales problemas de la minería, la coyuntura estatal y nacional, y las posibles alternativas. El precio ronda los doscientos pesos.

PABLO TORRES CORPUS
torrescorpus@hotmail.com

(publicado en semanario "El Alacrán", 22 de octubre de 2006, Jerez, Zac.)