LOS INTELECTUALES Y PUNTO FINAL

“La diferencia entre un intelectual y un sabio es la mesura”.
ptc

Durante las pasadas campañas y tal vez como nunca políticos y medios hicieron mención de los “intelectuales”, López Obrador llegó al extremo de decir que su movimiento era moralmente superior por la presencia de intelectuales. En uno y otro bando se presentaba a los “intelectuales” como unidades de congruencia, de rectitud, de moralidad, como elementos de purificación, o como superiores.

Muchos se apantallaron con el cuento de los intelectuales, y hasta creyeron el chiste de la superioridad moral de x o y movimiento por la presencia de intelectuales, nadie o casi nadie hizo un alto en el camino y analizó quienes eran los “intelectuales” las categorías de intelectuales, sus especialidades o simplemente porqué a se les llama intelectuales, o porqué gozan de una especie de fuero para criticar y hacer “numeritos”.

Primero valdría la pena aclarar que es un intelectual, Woody Allen mordaz cómico y escritor estadounidense dice que intelectual es aquella persona que puede pensar mas de treinta minutos continuos en algo que no sea sexo, pero siendo más realistas y serios la Real Academia de la Lengua Española define intelectual así: perteneciente o relativo al entendimiento. 2. Espiritual, incorporal. 3. Dedicado preferentemente al cultivo de las ciencias y las letras. Así que toda persona que entienda es un intelectual, o también cualquier individuo dedicado a las ciencias y/o letras lo es, aunque escriba versos satánicos, o chistes léperos, bajo esta concepción hasta el “Pitirijas” es un intelectual pues se dedica a las letras.

Podrá pensar que hay intelectuales de altos vuelos, grandes ideas y exquisito entendimiento, en efecto, pero eso no garantiza lo elevado de sus ideas, ni la buena aplicación de ideas y entendimiento, y cada movimiento social por nefasto que sea tiene sus intelectuales, el nazismo tuvo sus intelectuales, científicos, académicos, escritores y hasta poetas, lo mismo el fascismo, los tuvieron y los siguen teniendo, el terrorismo tiene sus connotados intelectuales y no por eso la causa es buena o “moralmente” superior.

Martín Heidegger (1889-1976), fue un filosofo de esplendida claridad fundó la denominada fenomenología existencial, está considerado uno de los pensadores más originales del siglo XX, era un intelectual de altos vuelo, sin embargo avaló el nazismo fue claro simpatizante del holocausto.

Jean-Paul Sartre (1905-1980), filósofo, dramaturgo, novelista y periodista francés, fue uno de los principales representantes del existencialismo, incluso en 1964 ganó el Premio Nobel de literatura pero lo rechazo, Sartre era brillante pero aplaudió la revolución de Mao y justificó al dictador camboyano Pol-Pot y sus matanzas.

Carlos Fuentes (1928- ), es un destacado escritor y ensayista mexicano, algunos de sus libros de ensayo se han vuelto clásicos, cuenta con numerosos premios literarios, entre los que destacan: Biblioteca Breve, Rómulo Gallegos, Xavier Villaurrutia, Alfonso Reyes, Nacional de Literatura, Cervantes y Príncipe de Asturias de las Letras, sin embargo avaló y se benefició de la corrupción y excesos de Luís Echeverría.

Y que decir de los “intelectuales” que después de cuarenta y siete años de dictadura y pisoteo a las más elementales libertades siguen alabando a Fidel Castro, o de aquellos que alababan al sub comandante Marcos, que por cierto son los mismo que ahora no lo pelan, que lo niegan y hasta fijen demencia o no conocerlo.

Lo ejemplos sobran y están por doquier, en cada acto o movimiento social por absurdo o atroz que parezca, siempre va a haber “intelectuales” que lo aplaudan, que lo expliquen y justifiquen, pero son intelectuales, no sabios.

Muchas personas erróneamente creen que por que fulano es o se dice intelectual es bueno en todo o conoce de todo, cuando conocer de todo mucho es algo prácticamente imposible, una persona que lleva toda su vida estudiando leyes será un intelectual especialista en leyes, pero no por eso va a ser especialista en física quántica, podrá tener referencias sobre física, conocer mucho pero es casi imposible que sea un especialista. Un intelectual por el hecho de decirse o ser no es alguien superior o especialista en todas las materias, son especialistas de una y cuando mucho dos materias, conocerán a fondo otras tantas, pero no todas. Como toda personas los intelectuales tiene derecho a opinar y opiniones, pero el derecho a opinar o el tener opiniones no les da la razón en automático por muy intelectuales o abusados que sean. El tener una opinión no equivale a tener la razón.

SABIO vs INTELECTUAL

Debemos tener claro que una cosa es ser intelectual, y otra muy distinta es ser sabio, la Real Academia (si otra vez) dice que sabio es aquel que posee sabiduría y la misma Academia dice que sabiduría es: Grado más alto del conocimiento. 2. Conducta prudente en la vida o en los negocios.

Es precisamente esa sabiduría, esa prudencia es la que le ha faltado a miles de intelectuales que a través de su lucidez pretenden justificar lo injustificable, esa prudencia es la que les faltó a Carlos Monsiváis, a Elena Poniatowska, Luís Mandoki y tantos otra que sin medir consecuencias ni analizar la situación se le entregaron a las primeras de cambio a López Obrador en una especie de servidumbre voluntaria.

Lo que históricamente han faltado son intelectuales sabios, intelectuales prudentes, intelectuales mesurados, porque intelectuales arranca-fácil, intelectuales de primer hervor siempre abrá.

CONCLUSIONES

El poder es un imán difícil de resistir, y una de las tareas del intelectual sabor es justamente resistirlo, encararlo, dialogar con él desde su propia esfera.

El aura seductora del poder ha atraído a innumerables mentes que ciega y sordamente han servido a los poderosos, a los dictadores, a los tiranos, siempre con resultados terribles. Y es que si el poder fascina, el poder absoluto fascina absolutamente.

Este vasallaje o servidumbre intelectual no es casual ni gratuita: el poder necesita legitimación teórica, y sabe cómo tirar anzuelos para conseguir esa legitimación. El intelectual cede, a veces por ansia de favores y de poder mismo, otras veces cede por inocencia que a pesar de la experiencia acumulado a lo largo de la vida sigue creyendo en hombres todo poderosos, en formulas mágicas, también ceden por auto engaño, por negarse a ver que hay detrás de la mascara del mesianismo o de las grandes soluciones.

Mantener sana distancia con el poderoso o con el político no es ni debe ser virtud de ningún intelectual sabio, es y debe ser uno de sus imperativos. Por lo que nunca verá a un sabio engordándole ciegamente el caldo a un político por bueno que este sea.

PUNTO FINAL
Durante semanas insistimos que el PRD no era propiedad ni de López Obrador ni de su movimiento, insistimos que se podía ser perredista y sobre todo de izquierda y disentir de las puntadas del “Peje”, hace una semana en medio del secuestro del PRD por López Obrador surgió la atinada y madura voz de Cuauhtémoc Cárdenas, quien reafirmó que el PRD no es propiedad de Andrés Manuel, que se puede ser de izquierda y perredista sin apoyar las ocurrencias de AMLO, lo dicho por el Ingeniero Cárdenas ha tenido eco y cuarenta diputados del PRD han afirmado que permitirán la toma de protesta de Felipe Calderón y se han desligado del PRD.

PABLO TORRES CORPUS
torrescorpus@hotmail.com
(publicado en semanario "El Alacrán", 24 de septiembre de 2006)